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Oferta Educativa

APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS

Fundamentación

El Aprendizaje por Proyectos es una de las metodologías líderes para fomentar el cambio y la mejora educativa. En el trabajo por proyectos hacemos del alumno protagonista de su propio aprendizaje, permitiéndole enfrentarse a desafíos, resolver problemas y trabajar con sus compañeros en un entorno autónomo, pero organizado y con un cuerpo docente que asesora y evalúa durante todo el proyecto.

La escuela tiene la imprescindible tarea de trabajar teniendo en cuenta el desarrollo integral de los alumnos, además de sus capacidades, competencias y habilidades en un entorno donde los rostros de sus alumnos muestren sus emociones básicas ya que desde ellas se realiza un aprendizaje efectivo y real. Además, no queremos que memoricen contenidos a corto plazo, sino que investiguen, que lleguen a acuerdos y que recuerden los conceptos dentro de sus propios mapas mentales. Por tanto la sorpresa, la autonomía, el trabajo en equipo, la iniciativa, la creatividad y el respeto son (entre otros) pilares fundamentales. Trabajar por proyectos y de forma globalizada, ofrecerles cauces que les ayuden a pensar, a investigar, a confrontar con otros sus ideas, a llegar acuerdos y a aprender del error. Es una forma de aprender a vivir, de aprender a ser, a buscar metas, a poner los medios para conseguirlas y también para autoevaluarse. En el trabajo por proyectos el otro es alguien que también marca mi aprendizaje. Yo solo no llego al mismo sitio que llego en cooperación con lo demás, en grupo. Cuando trabajamos en un proyecto, la información que yo aporto se enriquece continuamente con lo que los demás aportan, incluso a veces se contradice, dando lugar al diálogo y la verificación, la comprobación. Es un dialogo continuo y un aprendizaje que se va construyendo con el saber, el sentir, el creer y el hacer de los demás.

Los alumnos, por otro lado, desarrollan todas las inteligencias múltiples, habilidades superiores y competencias: los protagonistas son ellos y realizan una exhaustiva investigación sobre el proyecto para la elaboración de un producto final que cada equipo expondrá a la clase. Esto nos permite desarrollar el espíritu emprendedor, la competencia de aprender a aprender (social y cívica incluidas) y, por supuesto, la digital. En sus equipos, dialogan, investigan y colaboran en la resolución de los retos que se les plantean.

Nuestro estilo pedagógico tiene claro que el acceso de los alumnos a la escuela está presidida por la diversidad, reflejando cada uno de ellos distintos niveles y ritmos de desarrollo cognitivo, afectivo y social. Respetamos tal diversidad al desarrollar nuestros proyectos y prácticas pedagógicas.
Conscientes de esta pluralidad es que, como escuela, desarrollamos metodologías apropiadas que respeten el grado de disponibilidad y las necesidades particulares de nuestros alumnos. La intervención de la escuela debe arroparse en un modelo didáctico flexible y plural que permita atender las diferencias de origen, de modo que la educación responda a los intereses, ritmos motivacionales y capacidades de todos nuestros alumnos. Asimismo, queremos hacer alusión no sólo a las diferencias signadas por las dificultades, sino a aquellas dimensiones específicas que tienen que ver con los peculiares estilos de aprendizaje o con distintos tipos de inteligencia que sustentan la condición única y singular de cada alumno. Ello requiere de la puesta en marcha de la lógica de la diversidad pedagógica en la que las diferencias de partida deben afrontarse como un reto pedagógico y didáctico dentro de las responsabilidades habituales del profesional docente.

El trabajo conjunto escuela- familia toma hoy una significación clave. El educador necesita involucrar a la familia en su estilo de formación para que el niño pueda formar con coherencia un sistema de valores que de sentido a su Proyecto Personal de Vida. La escuela se abre por lo tanto, a las familias y debe hacerlo a su contexto ya que la misión no se agota en las aulas, sino que se enriquecen desde la visión de una escuela abierta y comprometida, solidaria y activa con su medio social y cultural. En síntesis, nuestra escuela se reconoce en la comunidad, porque es fuente de calidad educativa y nutre a sus alumnos, familias y comunidad con el testimonio de la integración entre cultura, vida, solidaridad, inclusión, diversidad y pertenencia.

El proceso de enseñanza aprendizaje implica cuatro pilares básicos:

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    APRENDER A APRENDER
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    APRENDER A VIVIR CON OTROS
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    APRENDER A VALORAR
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    APRENDER A EMPRENDER…APRENDER A HACER